lunes, 28 de enero de 2019
cultivo de coco
El cocotero (lat.: cocos nucifera; ingl.: coconut palm; fr.: cocotier; alem.:
Kokospalme) es originario de Melanesia. El sudeste de Asia sigue siendo una de
las regiones más importantes de cultivo de esta planta. El cocotero es una planta
monocotiledónea y como tal se puede reproducir sólo por medio de semillas (ver
también 2.2.). Puede desarrollar en cada estípula una inflorescencia que contiene
flores masculinas y femeninas. Estas florecen en un solo racimo en períodos
inversos, de manera que el cocotero en general es polinizado por diferentes
especies de abejas, otros insectos o por el viento. En promedio el cocotero alcanza
una edad de 60 años.
Todas las partes componentes del cocotero son útiles. De la savia de las
inflorescencias, que puede contener hasta 15% de azúcar, se hace vino palmero.
Los cocos semi-maduros (de 6-7 meses) se cosechan para el consumo inmediato.
Se bebe el agua del coco y se exprime la leche de la pulpa (endosperma). De los
cocos completamente maduros (de 11 a 12 meses) se gana la llamada "copra", que
resulta de la pulpa compactada. La copra es muy rica en aceite y proteínas (65% de
aceite y 25% de proteínas). El aceite de coco se gana exprimiendo la copra
deshidratada, el coco rallado de copra fresca. La cáscara dura del coco se utiliza
como combustible para el secado de la copra y para la elaboración de carbón
activo. Las cáscaras bien pulidas sirven como relleno para materias plásticas de las
cuales se elaboran botones, recipientes y otros objetos. La fibra del cocotero se
utiliza en la producción de cuerdas y cordeles, en la industria de muebles tapizados,
como abono orgánico o como sustituto de turba. Las hojas y la madera sirven como
material de construcción y encuentran aplicación en utensilios de uso doméstico
(como p.ej. escobas) y también como herramientas.
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