7.4. Riego.
Los mejores sistemas de riego, que actualmente se están
utilizando para el cultivo de la lechuga son, el riego por goteo (cuando
se cultiva en invernadero), y las cintas de exudación (cuando el
cultivo se realiza al aire libre), como es el caso del sudeste de
España.
Existen otras maneras de regar la lechuga como el riego por gravedad
y el riego por aspersión, pero cada vez están más en recesión, aunque
el riego por surcos permite incrementar el nitrógeno en un 20%.
Los riegos se darán de manera frecuente y con poca cantidad de agua,
procurando que el suelo quede aparentemente seco en la parte
superficial, para evitar podredumbres del cuello y de la vegetación que
toma contacto con el suelo.
Se recomienda el riego por aspersión en los primeros días post-trasplante, para conseguir que las plantas agarren bien.
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